Como escribe la BBC algunos conductores ingleses acusan Uber de haber utilizado algoritmos de “licenciamentos-robótico” para licenciarse. Los conductores licenciados han tomados medidas de resolución frente a los tribunales olandeses – donde Uber archiva los datos – contestando la violación del artículo 22 del GDPR por parte de Uber para haber utilizado un algoritmo a fin de licenciarlos.
El abogado Anton Ekker, que representa a los ex conductores ingleses, ha declarado “sabemos por cierto que Uber está utilizando los algoritmos para las decisiones sobre las fraudes de los conductores y la exclusión desde el app. Esto está pasando por todas partes”.
Según la empresa, los account de los conductores habían sido desactivados no solo por decisión de un programa automatizado, sino también después de la revisión de los singulares casos por parte de operadores humanos.
“Los conductores en este caso han sido excluidos desde la aplicación después de la revisión efectuada por parte de nuestro team de especialistas”, ha explicado el portavoz de la empresa.
La aplicación Driver & Couriers Unión (adcu) la asociación que ha promovido la lucha legal, afirma que desde el 2018 se han registrado más de 1.000 casos individuales en los cuales los conductores han sido acusados injustamente de actividad fraudulenta y han inmediatamente perdido la posibilidad de trabajar con la aplicación sin apel.
El abogado Ekker ha explicado que “si se trata de un proceso decisional automatizado, el GDPR prevé que se tienen que aplicar bases jurídicas para utilizar esta tecnología y que se debe dejar la posibilidad a los conductores de oponerse a la decisión automatizada, cosa que claramente no ha sido hecha”.
Como subrayaron los expertos, la controversia promovida desde los conductores ingleses representa el caso judicial más importante sobre la aplicación del artículo 22 del Reglamento General de Protección de Datos n. 2016/679 GDPR y podría constituir un precedente para el Tribunal de Justicia Europeo.
De hecho necesitará testar las protecciones con arreglo al artículo n. 22 del GDPR.
En particular, el párrafo 1 del artículo 22 explica una prohibición general de someter una persona a procesos decisionales automatizados, incluida la perfilación en la hipotesi en la cual:
– la decisión de basa únicamente sobre el procesamiento automatizado de datos, por esto sin participación humana en el proceso decisional;
– la decisión produce efectos jurídicos o incide de manera significativa sobre la persona del interesado.
Al párrafo 2 del artículo 22 se prevén excepciones a la prohibición: tratamiento necesario para concluir o realizar un contrato, tratamiento autorizado desde la ley o desde un reglamento, consentimiento explícito del interesado.
En cada los casos, el responsable del tratamiento tiene que garantizar de haber implementado medidas adecuadas para proteger los derechos, las libertades y de los legítimos intereses del interesado, especialmente si el tratamiento lleva al uso de datos particulares con arreglo al artículo 9, párrafo 1 del gDPR para los cuales se aplican la letra (a) o (g) del artículo 9, apartado 2 (consentimiento explícito del interesado o tratamiento necesario para motivos de interés público relevante).
El considerando 71 explica a continuación que las salvaguardias apropiadas «deben incluir información específica a la persona interesada y el derecho a obtener la intervención humana, a expresar su opinión, a obtener una explicación de la decisión alcanzada después de esa evaluación y a impugnar la decisión».
Bueno, el caso Uber está ciertamente destinado a hacer jurisprudencia sobre el tema. FUENTE:FEDERPRIVACY