Algunos datos pueden ser muy delicados que pueden ser procesados sólo en caso específicos. Un nombre y una ubicación pueden ser datos inocentes, al contrario de datos relativos a la raza, salud, opiniones políticas, creencias filosóficas (religiosas o ateas), preferencias sexuales o antecedentes penales.
La Ley de Privacy regula de manera estricta la registración y el uso de los datos sensibles.
En principio está prohibido recoger, registrar o pedir la divulgación de datos sensibles antes citados. Todavía hay algunas excepciones a esta regla. Los encargados del tratamiento pueden procesar datos sensible (excluido los datos judiciales) si:
- las personas interesadas expresan sus consentimientos escritos;
- es necesario proporcionar asistencia al interesado;
- es obligatorio de acuerdo con el derecho del trabajo o por razones de aplicación de la seguridad social;
- los interesados han mencionado los datos;
es necesario establecer, ejercitar o defender un derecho; - es necesario para la investigación científica.
Partidos políticos, congregaciones, sindicatos, instituciones sanitarias y otros organismos pueden registrar y utilizar los datos de sus miembros. No pueden, todavía, transmitir los datos sin el consentimiento del interesado.
Los datos judiciales (relativos a sospechosos, acciones penales y condenas) pueden ser procesados desde un ente público si esto es necesario para sus fines. Estos datos pueden también ser procesados si están autorizados desde leyes o reglamentos o si los encargados del tratamiento tienen la necesidad para gestionar sus conflictos.
Además, están algunas medidas adicionales que tienen que ser observadas cuando alguien procesa datos sensibles.
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