Después de haber recibido quejas, la Autoridad Sueca de Protección de Datos, IMY, está empezando una investigación sobre la vigilancia de videocámaras en una escuela primaria de Estocolmo.
IMY, ex Inspección de Datos, ha recibido quejas sobre la vigilancia con videocámaras en una escuela de Aspuedden en Estocolmo. La queja afirma que la escuela gestiona una vigilancia de 24/24 con casi 50 videocámaras y que ninguna información ha sido proporcionada a los niños o a sus padres.
Los niños y los adultos que frecuentaban la escuela tendrían el derecho de no ser vigilando desde una videocámara, a menos que no hay un interés de vigilancia que supera el interés de privacidad del lugar. En general, se puede decir que el interés de la privacidad pesa mucho en una escuela por el hecho que son los niños a ser controlados. La persona que controla tiene la obligación de informar. Por ejemplo, tiene que ser claramente indicado en los carteles de la zona.
La revisión de IMY incluye un examen si la vigilancia de la videocámara es en curso en la escuela, si las imágenes y los sonidos se registran, los fines para los cuales la vigilancia es en curso, si la vigilancia constituye una intrusión excesiva en la privacidad de los estudiantes y como los niños y los padres han sido informados de la vigilancia.
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